Viviendo dos semanas con beduinos – La otra cara de la moneda – Wadi Rum

Viviendo dos semanas con beduinos. La otra cara de la moneda. Wadi Rum.

Los nombres y fotos que se muestran a continuación no corresponden con las personas que conocí en Wadi Rum para preservar su intimidad.

Podrás pensar que vivir dos semanas con beduinos fue una experiencia muy enriquecedora, y es cierto que lo fue, pero has de saber que para mí una experiencia enriquece aun más cuando tiene tanto un lado positivo, como otro negativo.

La hospitalidad beduina es increíble, te ofrecerán de todo sin pedirte nada a cambio. Además, convivir con ellos, te permite ver cómo piensan y conocer un poquito más de cultura.

Aun así, como en todo lugar, hay cosas que nos gustan y otras que no. Por ejemplo, es cierto que son muy hospitalarios, pero también es cierto que la interacción entre el hombre y la mujer es prácticamente inexistente.

En Wadi Rum el hombre y la mujer pueden hablar sin ningún problema si trabajan juntos o si son familia, pero hasta ahí. Muchas fueron las veces que las mujeres llamaban a la puerta de la sala de invitados, para que su marido se acercara, y así no ser vistas por otros hombres. Sé que esto sucede en bastantes países, pero me sorprendió que ocurriera en una región con tanto turismo como Wadi Rum.

Por otro lado, me alegró enormemente saber que todas las mujeres de la familia con la que estaba viviendo habían ido a la universidad y tenían su trabajo. Simplemente, sus costumbres eran la de no interacción entre ambos sexos.

Además, no podemos caer en la idea errónea de pensar que todo el país es así, cuando caminaba por Petra me invitaron muchas veces a tomar té y la gran mayoría fueron mujeres. Otro ejemplo de igualdad fue Áqaba, tenía que renovar mi visado y muchas mujeres tenían cargos de funcionarias públicas superiores al de los hombres.

Jordania es un país que el turismo ha ayudado a modernizar y si bien es cierto que todavía le queda por avanzar, están en el buen camino. Su reina es claro ejemplo de ello.

¿Todavía no lo has leído?  Viviendo dos semanas entre beduinos.

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