Halabja
Una ciudad llena de monumentos que nos hacen recordar una tragedia.
Halabja es la capital de la gobernación de mismo nombre, dentro del Kurdistán iraquí. Es conocida por el genocidio que se produjo durante la guerra entre Irán e Iraq en 1988 y uno de esos lugares que no te puedes perder durante tu visita del Kurdistán.
- Capital de la Gobernación de Halabja.
- Población: 250.000 habitantes.
- Superficie: 1600km2.
El mayor motivo para visitar Halabja es un museo y memorial que se realizó para conmemorar a las víctimas del ataque de gas de 1988. Se trata de un lugar bastante impactante que no deja a nadie indiferente, por lo que si eres bastante aprensivo, te recomiendo que te replantees la visita.
Aun así, creo que vale la pena hacer un esfuerzo, y es que esta historia no debe quedar en el olvido.
1. Un poco de historia.
Aunque muchos historiadores afirman que Halabja fue fundada en torno a 1850 por el imperio otomano, no sería hasta principios del siglo XX que la ciudad no comenzaría a prosperar.
A comienzos del siglo XX, durante la I Guerra Mundial, habría una fuerte presencia británica en la zona, la cual se vería muy beneficiada por la actuación heroica de Adela Khanum, que salvaría la vida de varios soldados ingleses, obteniendo así el título de Khan Bahadur, princesa de los valientes. También sería la responsable de la construcción de una nueva prisión, creándose un tribunal de justicia del que ella sería presidenta.
Sin embargo, por aquel entonces la ciudad todavía se encontraba muy poco desarrollada y es que la primera escuela no se fundaría hasta 1925 y la electricidad no llegaría hasta 1940.
La segunda mitad del siglo XX se vería ensombrecido por una serie de acontecimientos que afectarían a la gobernación de Halabja. En mayo de 1987, los barrios de Kani Ashqan y Mordana serían borrados del mapa por su apoyo a los Peshmerga. Pronto le llegaría el turno a la capital.
Adela Khanum con soldados británicos.
2. ¿Qué sucedió en Halabja?
Halabja es uno de lugares más conocidos en el Kurdistán iraquí, esto no se debe a su cultura o paisajes, sino a un suceso mucho más triste.
En 1988, el ejército iraquí realizaría un ataque químico sobre la ciudad que se encontraba sitiada por los iraníes, terminando con la vida de un gran número de civiles.
En 1991, se vio amenazada una vez más con la rebelión de los peshmerga, produciéndose un gran número de refugiados que huirían hacia Irán, por miedo a que se repitiese el fatídico incidente de 1988.
Cementerio de las víctimas del ataque químico a Halabja.
3. Ataque de gas en Halabja.
3.1. Antecedentes.
En la década de los 70, la OPEP no pasaba por sus mejores momentos, habían surgido fuertes tensiones entre los países miembros y había crecido la desconfianza. Ningún estado sabía si la información que le ofrecía sus socios sobre el crudo vendido y las reservas de petróleo eran ciertas.
Esta escala de tensión, unida a la revolución iraní de 1977, terminaría por explotar en 1980 con la guerra entre Irán e Iraq, situándose la mayor parte del conflicto en territorio kurdo.
Halabja caería ante un ataque iraní combinado con guerrillas kurdas aliadas con Teherán. Ambos utilizarían a la población como escudo, puesto que no esperaban un bombardeo del ejército de Sadam a una ciudad que estaba habitada por kurdo-iraquíes.
Soldado iraní con máscara durante la guerra entre Irán e Iraq en 1988.
3.2. El ataque.
Entre el 16 de marzo y el 19 de marzo de 1988, el ejército iraquí comenzaría un ataque químico que duraría 48 horas y en el que morirían más de 5000 personas, y 10000 tendría un gran número de secuelas como el cáncer, siendo la gran mayoría población civil. Uno de los problemas fue que muchas personas trataron de esconderse en los sótanos, pero la densidad del gas haría que este descendiera, por lo que acabaría con estas personas que solo trataban de esconderse.
3.3 Controversia.
Durante este período, Estados Unidos era un gran aliado de Iraq, puesto que tenían un enemigo común, Irán, por lo que la comunidad internacional no realizó ninguna queja, divulgándose que el suceso se había producido por causa de un accidente iraní que se encontraba manejando productos químicos.
Los agentes químicos utilizados durante el ataque fueron manufacturados en gran medida en occidente, destacando países como Estados Unidos o Alemania.
No se hizo público al verdadero culpable hasta que comenzaron a deteriorarse las relaciones entre Sadam y Estados Unidos, por lo que pasarían años antes de responsabilizar a Iraq.
Este ataque sería considerado como genocidio por los gobiernos de Noruega, Suecia y Reino Unido, pero esto no ocurriría hasta 2012, una vez la guerra de Iraq ya había concluido.
Monumento que representa una de las fotos más populares de la catástrofe.
4. ¿Es seguro?
La historia de guerras de Halabja nos puede hacer creer que se trata de una zona de conflicto, sin embargo, toda la región del Kurdistán lleva casi 7 años sin un solo atentado y ningún ciudadano extranjero ha muerto por un ataque terrorista desde 2003.
A esto hay que añadir que la situación entre el gobierno de Bagdad y Erbil, ha vuelto a normalizarse, después del referéndum de 2017.
Como he dicho en otros posts, no estamos viajando a Disneylandia, por lo que viene bien informarse de la situación antes de viajar al Kurdistán iraquí, pero una vez lo hayamos hecho, el riesgo no debería ser mayor que el de visitar cualquier ciudad de Europa.
Al igual que en Erbil, los únicos tanques que nos deberíamos encontrar son los del museo.
5. Cuándo visitar Halabja.
Al igual que el resto del Kurdistán, Halabja puede ser visitada a lo largo de todo el año. Eso sí, los meses entre junio y septiembre pueden alcanzar temperaturas muy sofocantes, pero sin llegar al extremo.
Si tuviésemos la posibilidad de elegir, la temporada ideal sería otoño, ya que se reducen las temperaturas y las lluvias no son tan abundantes.
Temperatura media mensual. Máximas y mínimas.
Precipitaciones mensuales por metro cuadrado.
6. Cómo llegar a Halabja.
Halabja se encuentra a casi 80 kilómetros al sureste de Suleimaniya, por lo que podemos ir en taxi, pero si no conseguimos encontrar a más personas para llenar el vehículo, podría resultar algo caro. Así que os dejo dos formas de llegar para que elijáis la que más os convenga.
Taxi directo a Halabja.
Aquí me encontré ante dos situaciones, para ir me pidieron 6000 dinares, pero para regresar, y al no poder llenar el vehículo, me subieron el precio a 9000. Vosotros podréis decidir que opción os conviene más, pero teniendo en cuenta los precios me decantaría por esta.
A través de Garaj Alashor.
Podréis tomar un taxi hasta Garaj Alashor por el que deberéis pagar unos 3000 dinares iraquíes (2.25EUR) y desde la terminal coger un minibús por 3500 dinares (2.63EUR) que os llevará a Halabja. Esta opción aunque en algunos casos pueda resultar más económica la veo mucho peor si vamos a visitar la ciudad en un solo día.
Estación de Sulemani.
7. ¿Pasar la noche en Halabja o Suleimaniya?
Si bien es cierto que Halabja debería estar sí o sí, en nuestro itinerario, no deberíamos necesitar más de un día para visitarla. A esto podríamos añadirle uno de los pueblos cercanos que nos pueden mostrar un Kurdistán alejado de las zonas urbanas, donde rara vez llega algún extranjero.
Si quisiéramos visitar varios de estos pueblos deberíamos quedarnos en Halabja, de caso contrario regresaría el mismo día, puesto que la oferta hotelera en Suleimaniya es mucho más amplia y al menos durante mi estancia en Iraq, no encontré ningún host a través de Couchsurfing en Halabja.
Si queréis quedaros en un hotel, el único del que tengo constancia es Halabja Palace Hotel. Aunque al no hospedarme aquí, ni conocer a nadie que lo hiciera, no puedo opinar al respecto.
Sus números de teléfono son:
- 07708693335
- +964 750 3598 096
Recomiendo pasar la noche en Suleimaniya, ya que hay un mayor número de hosts en Couchsurfing, además de uno de los pocos hostales del país.
8. Qué ver en Halabja y alrededores.
A la hora de visitar Halabja, podremos tomar la decisión de visitar la ciudad primero y después uno de los pueblos de los alrededores, o visitar los mismos lugares en el orden contrario.
A nivel personal visitaría primero alguno de los pueblos, puesto que una vez de regreso a Halabja el memorial no os va a dejar con muchas ganas de seguir dando paseos.
“No nos quedan amigos salvo las montañas” frase con mucho significado que habla mucho de la historia kurda.
8.1. Halabja.
En la ciudad de Halabja los dos lugares más importantes de visitar serían:
La mezquita Pahsa.
Construida en el siglo XVII por Mohammed Parsha, podemos encontrar en ella las tumbas de su nieto Othman Pasha Jaff, y la esposa de este. La mezquita sirvió como un lugar de estudio de ciencias islámicas teniendo como estudiantes a personas tan reconocidas como Mula Abdullah Qutb.
El memorial de las víctimas del genocidio de Halabja.
Este memorial consiste en una serie de monumentos y un museo donde se nos muestra la historia que aconteció en Halabja. Una vez más te aviso de que no se trata del mejor lugar si eres una persona aprensiva, por lo que avisado estás, pero si te ves con fuerza, creo que esta es una historia que debemos conocer y no puede pasar al olvido.
En su interior tenemos dos salas, una en la que se nos hace una representación de las calles de la ciudad tal y como quedaron una vez terminó el ataque y en la otra, nos encontramos con un gran número de fotos que nos muestran la catástrofe. A mi esta sala fue la que más me impacto de todos los museos que visité en Iraq.
Por último, en su exterior podemos encontrar una serie de monumentos que cuentan algunas historias o tratan de recordar lo acontecido. También veremos varias armas, tanques y hasta las ruinas de un avión utilizados durante los períodos de guerra.
Memorial de Halabja.
Un lugar lleno de significado.
8.2. Alrededores de Halabja.
Muchas son las alternativas con las que nos encontramos, pero estas dos son las más populares:
Ahmad Awa.
Una opción que nos habría encantado añadir a nuestro itinerario, pero que no pudimos por falta de tiempo. Ahmad Awa es un lugar muy concurrido por los turistas locales, y es que ha alcanzado una gran fama gracias a sus hermosas cataratas y a sus entornos naturales.
Está a una distancia incluso inferior a Tawella, por lo que no deberíais pagar más de 12000 dinares por todo el vehículo.
Tawella.
Siguiendo las recomendaciones de unos locales decidimos dirigirnos a Tawella, y es que este viaje pude realizarlo con 2 personas más con las que contacté a través de Couchsurfing, para compartir el gasto de los taxis. Por lo que para llegar a este pueblo pagamos 4000 dinares cada uno, por lo que esperad pagar unos 12000 si vais solos.
Para regresar fue mucho más sencillo y tras preguntar a unos locales con gestos y Google Translate pudimos saber que una pequeña furgoneta volvía de regreso a Halabja, cada una o dos horas.
El pueblo no tiene muchos lugares a los que visitar, pero si tiene una identidad propia. El color de sus calles, las montañas que lo rodean y su aislamiento de todo turista extranjero, nos dan a conocer como es la vida de los kurdos más allá de las ciudades.
Estuvimos paseando por la zona unos 40 minutos, nos tomamos un té y decidimos volver a Halabja.
Tawella, unas calles con mucha personalidad.
9. Regresar a Suleimaniya.
Para regresar a Suli, podemos dirigirnos a la estación central y preguntar si ya ha salido el último minibús del día. Si no, podemos volver en taxi. Como os comentaba al principio, el precio total por el taxi fue superior esta vez. No sé si es que el taxista no quería negociar o simplemente nos había subido el precio por la hora que era.
Si no llegamos muy tarde, todavía podremos disfrutar de Suli.
10. Mapa.
11. Conclusión.
El famoso kurdo, Kendal Nezan, dijo una vez “La escena que se encontraron los ciudadanos de Halabja aquella mañana desafía toda descripción. Las calles estaban sembradas de cadáveres. Las personas habían sido asesinadas instantáneamente por químicos en medio de los actos cotidianos del día a día. Los bebés todavía se encontraban sujetos a los senos de sus madres. Los niños sujetaban las manos de sus padres, congelados en el lugar como una imagen fija de película. En unas pocas horas murieron 5.000 personas. Los 3.200 que ya no tenían familiares vivos fueron enterrados en una fosa común”.
De pocos museos he salido con la sensación fría y sobrecogedora como de Halabja, una muestra de los niveles de crueldad que puede alcanzar el ser humano. No es agradable saber lo que podemos llegar a realizar como especie, pero debemos ser conscientes de ello, para no volverlo a repetir.
Halabja, siempre que se pueda, debe ser visitada en todo viaje del Kurdistán iraquí, para que su historia jamás caiga en el olvido.
Un lugar que no te dejará indiferente.